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Una mirada al interior…

Qué importante es aprender a escucharse a sí mismo, “pensar lo que sentimos”, conocernos a nosotros mismos para saber por qué actuamos de una u otra forma y poder después conocer a los demás, conectar y empatizar.

Esta semana estuvimos hablando mucho sobre nuestras emociones, qué sentimos, cómo nos sentimos… Pero cuando lo pasamos al papel es cuando realmente somos conscientes de ello, porque lo vemos, porque los colores pueden representar muchas cosas y nos pueden ayudar a explicar y entender.

Me encanta analizar este tipo de actividades, reflexionar a fondo sobre ellas e intentar poner en marcha estrategias de convivencia, de control de emociones… Últimamente me preocupa mucho lo “social”, siento que necesito un cambio, que tenemos que visualizar e intervenir en sus conflictos de otra manera, que tenemos que darles más herramientas de autogestión, de autocontrol, darles más seguridad para que no nos reclamen tanto en ciertos momentos y empiecen a ser de verdad más autónomos… Y para ello, es imprescindible que aprendan a escucharse, a conocerse…

Cuántas cosas podemos ver en esta RUEDA DE VIDA, tan sencilla pero que expresa tantas cosas:

ღ El 40% de los niños consideran que son completamente felices en todos los aspectos de su vida (o así lo indican en esta actividad). No cambiarían nada, no mejorarían nada. Les gusta su vida.

ღ Tres niños no están completamente a gusto con su forma de ser (uno incluso se pone pegatina roja). Sólo uno de ellos consigue explicar el por qué: “me enfado demasiado, y no me gusta”.

ღ En general, se penaliza el enfado (tanto en el entorno familiar como en el escolar). Prácticamente todos los niños que marcan a sus papás o a sus profes con amarillo o rojo lo explican diciendo “no me gusta cuando se enfadan conmigo”, “con mis papás no me llevo bien porque casi siempre me castigan por hacer las cosas mal”, “porque no me hacen caso y me dicen no, y no, y no”, “muchas veces me castigan y yo creo que no hice nada malo”. El castigo…, el diálogo…, explicarles bien las cosas y asegurarnos de que las comprenden…

ღ Y también… “papá y mamá están separados y me gustaría que estuvieran juntos”.

ღ Con los amigos sólo tres niños pusieron pegatina diferente a la verde (¡cuando la mayoría de los conflictos son entre iguales! Curioso, ¿verdad?). Sin embargo, ellos consideran que se sienten más felices en este ámbito que en sus relaciones con adultos (papás y profes), y precisamente porque nos enfadamos y a veces castigamos.

¿Qué ocurre entonces? Que yo le doy mil vueltas al coco. Y que creo que tenemos que darles más herramientas de gestión, centrarnos más en el antes y el después cuando hay un conflicto (y no en intentar solucionar sus problemas), intentar no volcar en ellos nuestra emoción, no hacer nuestro su enfado e intentar COMPRENDER.

En nuestra aula este año funcionan los JEFES DE LA PAZ, figuras mediadoras que ayudan a resolver conflictos que surgen en el aula o en el patio, de forma pacífica y ayudando a ambas partes a explicarse y reflexionar. Tenemos cinco mediadores siempre disponibles para ayudar, el cargo dura dos meses, y ahora que nos acercamos al ecuador del curso puedo decir que es una buena estrategia de autoaprendizaje ya que, resolver situaciones totalmente ajenas a ellos les aporta a ellos mismos herramientas y soluciones para sus propios conflictos. No hay fórmulas mágicas, pero sí que mejora mucho la convivencia y ellos se sienten genial cada vez que ayudan a alguien.

 En fin… Queda muuuucha reflexión que hacer, mucho que cambiar, mucho que hacer… Pero es un primer paso…  :)

2 Comentarios

  1. Un primer paso?! No: uno màs de taantos,Marta.

  2. Tenemos una gran responsabilidad en el aula.

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