Evaporación
Hace unos días nos quedamos boquiabiertos con nuestro primer experimento de evaporación en el que vimos que la sal se quedaba en el plato, pero no supimos encontrar una explicación a «por qué el agua desaparecía y a dónde se iba». Así que hoy decidimos tenderle una trampa: la metimos dentro de una bolsa bien cerrada y la dejamos en un lugar visible: una de las ventanas de la clase.
Al volver del recreo vimos que estaba ocurriendo algo dentro de la bolsa: las paredes estaban «borrosas». ¡Vapor!, decían algunos. Pero con la lupa pudimos comprobar que no era así, eran pequeñas gotas de agua que habían llegado hasta ahí arriba viajando en forma de vapor de agua, pero que al enfriarse se convirtieron de nuevo en agua líquida. Una pequeña introducción al ciclo del agua que les encantó. ¡Y a mí también!
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