El Árbol de las Promesas

Cuando un grupo es “divertido” toca darle al coco para seguir avanzando en aprendizajes y en comportamiento. No dejo de pensar que el año que viene estarán en Primaria y para algunos va a ser dificilísimo estar sentados en una silla tantas horas seguidas… O puede que las cosas estén cambiando y no sea así… Ojalá.

El paso de Infantil a Primaria es duro, y en nuestro caso que también cambian de Centro… un poquito más.

A principios de curso, hilando el comienzo del otoño con una pequeña secuencia didáctica sobre Klimt, nos inspiramos en su precioso cuadro EL ÁRBOL DE LA VIDA, para hacer nuestra propia versión: EL ÁRBOL DE LAS PROMESAS.

Queríamos hacer un mural otoñal que además nos sirviera para mejorar en aquellas cosas que a cada uno nos resultaban difíciles en el día a día.

Así que cada uno de nosotros escribió una “promesa de otoño” en un papel, la envolvimos con mucho cariño en papel de celofán y colocamos nuestras promesas en el árbol.

Cada semana recordamos nuestras promesas y entre todos hacemos una evaluación de la situación: quiénes se están esforzando más por cumplirlas, quiénes a veces “se despistan”… En estos diálogos yo sólo ejerzo de “moderadora”, ellos son sus propios jueces ¡y muy justos además!

En unos días, antes de irnos de vacaciones, tocará abrir los paquetitos y hacer la valoración final. Y a la vuelta nos pondremos manos a la obra con las promesas de invierno.

Y para finiquitar, nuestra versión de otro cuadro que nos gustó muchísimo: El Beso

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